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España es uno de los países en los que más difícil resulta formar una familia. Tenemos un Estado del Bienestar que ni redistribuye hacia quien tiene que redistribuir ni distribuye equitativamente la carga en su sostén, y políticas públicas adoptadas por los distintos gobiernos, tanto nacionales como subnacionales, que no han servido para revertir tendencias presentes desde hace muchos años: cada vez hay menos nacimientos y tenemos una de las poblaciones más envejecidas del mundo.
Nosotros no nos resignamos. Sabemos que hay muchos jóvenes que quieren formar una familia y que, por muy diversos motivos, no tienen ni los recursos ni el tiempo para hacerlo. Pretendemos darle la vuelta por completo al sistema y convertir aquellos lugares en los que gobernemos los mejores lugares de Europa para formar familias. No es de recibo que conciliar sea tan difícil, que sea imposible compaginar crianza y trabajo o que la brecha de maternidad suponga tal merma en las posibilidades de desarrollo profesional de las mujeres. Tampoco lo es que haya gobiernos que prefieran a un tipo de familias frente a otras. La política liberal y progresista es la única que asegura un modelo de gobierno que no discrimina y que derriba las barreras que imposibilitan la formación de una familia.
Nos comprometemos, a ayudar a todos aquellos que quieran formar una familia para que no tengan que elegir entre avanzar profesionalmente o formar una familia; teniendo en cuenta en particular aquellas personas que, deseando asumir una mayor dedicación y grado de responsabilidad profesional, puedan encontrarse en dificultades para ello por el peso de las tareas del hogar y los cuidados y la carencia de medidas efectivas de apoyo a la conciliación, especialmente las mujeres a partir de la maternidad. Que puedan ver a sus hijos y disfrutar de su crianza sin tener que sacrificarlo todo. Que puedan tener un trabajo estable, una vivienda digna y la posibilidad de desarrollar sus vidas en libertad y paz. Haremos que nuestra
administración sirva para facilitar vidas, no para poner trabas, y pondremos en marcha políticas disruptivas, que reformen un sistema que, claramente, no funciona para una parte demasiado significativa de la población.
El pacto intergeneracional se ha roto. La promesa, sostén de nuestros Estados y democracias liberales, de que cada generación viviría mejor que la anterior y de que el trabajo, el esfuerzo y el mérito podrían llevarnos allí donde quisiéramos no se cumple. El desempleo juvenil es de los más elevados de toda la OCDE, dos crisis consecutivas han azotado a nuestros jóvenes y han laminado su capacidad de ahorro y dificultado toda posibilidad de encontrar un empleo estable, y los distintos gobiernos, a todos los niveles, prefieren gobernar de espalda a los jóvenes en lugar de afrontar estos problemas.
Esta ruptura es peligrosa a todos los niveles. Primero, porque condena a la precariedad y la inestabilidad a generaciones enteras, incapaces de desarrollar su plan de vida y atrapados en un sistema que no funciona. Segundo, porque debilita la confianza en la capacidad de la democracia de solucionar problemas y proveer para todos los ciudadanos. Y, tercero, porque también merma la confianza en la política, reduciendo la participación de los jóvenes y fomentando la idea de que nada se puede hacer desde las instituciones frente a esta situación. Nosotros nos negamos a que esto ocurra. Nosotros vamos a reconstruir el pacto intergeneracional.
Nuestra economía está estancada. Las altas cargas fiscales sobre determinados sectores, la falta de coordinación y eficiencia en la fiscalidad, la inseguridad jurídica, así como las duplicidades e ineficiencias burocráticas dificultan el emprendimiento, el crecimiento económico y la creación de empleo en España. La Unión Europea y su Mercado Único son la solución para nuestra economía y deben perfeccionarse y reforzarse avanzando hacia una mayor integración económica y unión fiscal, todo ello para propiciar condiciones más favorables para el crecimiento, la inversión y la prosperidad económica y social. La Unión Europea ha sido siempre, para nosotros, referencia de progreso y libertad. Una construcción como jamás se había visto en la historia de la humanidad, uniendo a los diferentes en el camino hacia la paz y un futuro compartido.
Es en Europa donde tanto España como nuestras Comunidades Autónomas y municipios pueden llegar más lejos, crecer más y ocupar un lugar relevante en un mundo cada vez más interconectado. Conforme a nuestro compromiso con Europa y sus valores, debemos situar aquellos lugares en los que gobernemos a la vanguardia de la Unión en todos los aspectos. En el tecnológico, con las infinitas oportunidades que ofrecen nuestras tierras para el desarrollo de nuevas industrias y empresas centradas en todas las tecnologías que marcarán las próximas décadas. En lo referente a la sostenibilidad y el medio ambiente, liderando una transición ecológica justa que luche contra el cambio climático y acompañe y potencie la competitividad de nuestras industrias y la calidad de los puestos de trabajo creados en la nueva economía verde, circular y descarbonizada fomentando la economía circular frente a la lineal Vamos a asegurar que nuestras empresas puedan aprovechar todas las ventajas del Mercado Único de la Unión Europea, eliminando trabas burocráticas e ineficiencias, para que puedan crecer e innovar.
Necesitamos reforzar la competitividad de nuestro tejido empresarial mayoritariamente compuesto por PYMES y Autónomos. El papel de las Comunidades y los ayuntamientos es fundamental para establecer unos entornos propicios para que nuestras empresas desarrollen su actividad de la forma más eficiente posible. Políticas que favorezcan la colaboración público- privada en el entorno de las PYMES y acciones orientadas a una contratación más ágil y transparente de autónomos y pequeñas empresas por parte de entes locales son objetivos de nuestros programas. Nuestra acción política en aquellos ayuntamientos y Comunidades en las que gobernemos será ser facilitadores de entornos de innovación y modernización del tejido empresarial, basados en la digitalización y la sostenibilidad, como ya hemos desarrollado en aquellos municipios y Comunidades donde hemos podido ejercer acción de gobierno.
El bipartidismo y sus socios nacionalistas y extremistas han postergado y dejado sin
abordar las reformas necesarias para mejorar la eficiencia, agilidad y calidad de los
servicios prestados por las administraciones a la ciudadanía. A lo largo de estos 40
años, ni socialistas ni conservadores han tenido la valentía necesaria para meter mano
a la Administración y poner en marcha las reformas estructurales necesarias para su
transformación. Al contrario, han utilizado las instituciones para colocar a sus afines y
repartir prebendas, todo ello a costa de ciudadanos, empresas y autónomos.
Como liberales y progresistas nuestro cometido es liberar a los ciudadanos de ese
yugo. Las administraciones están para hacerte la vida más fácil, no para exigirte
requisitos kilométricos para que tú le facilitas la vida a la Administración. Por ello,
vamos a profundizar en nuestro cometido, llegando allí donde ni PSOE ni PP se atreven
a llegar para volver a poner las administraciones a tu servicio.
Nuestro modelo de servicio público es aquel en el que, en lugar de pedirte que superes
una carrera de obstáculos con trámites, procedimientos, documentación y formularios
que parece no acabar nunca, las administraciones traten al ciudadano como un adulto.
Vamos a darle la vuelta a nuestro modelo, tanto a nivel local como autonómico, para
que la gran mayoría de permisos, licencias o prestaciones sean de concesión
automática en el momento en el que un ciudadano, una familia o una empresa la
solicita. En dichas concesiones automáticas corresponderá a la Administración evaluar
y verificar a posteriori el cumplimiento de las condiciones que debe reunir la concesión
de ese permiso, licencia o prestación. A través de esta y otras medidas aliviaremos las
barreras burocráticas, demoras y cargas administrativas para el ciudadano, y
mejoraremos el servicio que las administraciones prestan a la ciudadanía en muchos
ámbitos cotidianos de su actividad, impulsando la simplificación de la burocracia y la
interoperabilidad administrativa real entre el ciudadano y la administración.
Para ello, además, reforzaremos la Administración Pública Digital, los sistemas de
verificación, inspección, control y sanción de las administraciones. Nunca más vas a
tener que perder tu tiempo lidiando con procesos que nunca acaban ni van a marearte
yendo de un mostrador a otro: ahora será la Administración la que cumpla con su
trabajo y soporte la responsabilidad de asegurar que cada euro de dinero público llega
exactamente allí donde aporta un mayor valor añadido.
Un diagnóstico ha sido claro en nuestro país desde hace muchos años: nuestro Estado del Bienestar funciona mal. No por culpa de los excelentes profesionales que tenemos en muchos sectores, sino por un diseño que no han corregido años de desgobierno de conservadores y socialistas, y para el que no tienen solución alguna, más que seguir avanzando a tientas mientras otros países nos adelantan constantemente. En aquellas Comunidades y ayuntamientos que han gobernado han hecho lo mismo, replicando ineficiencias y fallos de diseño, sin voluntad de corregirlos y, simplemente, dejándose llevar hasta, esperan, heredar el poder en la siguiente elección. Esto nos ha llevado a una curiosa paradoja: nuestro sistema no redistribuye hacia quienes tiene que redistribuir, aquellos con menos oportunidades, sufre desequilibrios en las aportaciones de unos y otros territorios, y hace soportar la mayor carga tributaria en sectores de la población que acaban siendo exprimidos ya que, además de no ser los de mayor renta, reciben pocas ayudas.
Esto nos ha llevado no solo a las dificultades ya enunciadas sobre proyectos de vida o familia, sino a una presión excesiva sobre nuestras clases medias, sostén de las democracias liberales, así como al deterioro en la prestación de servicios públicos, con profesionales sobrecargados por el trabajo, inversiones que no llegan y promesas constantemente incumplidas. Nosotros vamos a cambiar esto. Vamos a rediseñar el sistema allí donde gobernemos, vamos a fiscalizar cada euro de gasto público, y asegurar que la política sirve para hacer política y no mero espectáculo y simbolismo. Invertiremos y reformaremos para fortalecer nuestra sanidad pública, que volverá a ser orgullo de nuestro país. Vamos a impulsar Programa Municipal 8 Albacete 2023 las reformas necesarias para que los sistemas de salud no sean arma política y si el verdadero foco de atención de la inversión pública. Dotar de recursos necesarios es un principio que se sustenta en la verdadera eficacia de las administraciones.
Impulsaremos reformas en educación para competir con los países más avanzados en esta materia, dando más espacios de libertad, más ayudas para aquellos que más las necesiten, y para fomentar la excelencia, y mejoraremos los resultados como hemos hecho allí donde hemos gobernado, fomentando la igualdad de oportunidades, haciendo reformas valientes en un sistema que debe de garantizar la empleabilidad y el desarrollo personal de las generaciones venideras en un contexto más digital y más sostenible. Haremos de nuestros ayuntamientos y Comunidades lugares donde la clase media vuelva a florecer y ser el sostén de nuestro país, como han sido durante muchas décadas, en libertad, solidaridad y prosperidad.